20 de abr. de 2012

Roberto Vázquez pagará para reducir as súas penas de prisión



Los abogados del alcalde de Portas negocian con el fiscal, que no perdonará ni un euro. Están a la espera de una respuesta de Hacienda. Se expone a una condena de cuatro años de cárcel

Víctor Méndez (sucesos@diariodepontevedra.com).

El alcalde de Portas, Roberto Vázquez, continúa negociando con el representante del Ministerio Fiscal, Augusto Santaló, delegado de Asuntos Económicos, con la intención de llegar a un acuerdo previo a la vista oral que le sentará en el banquillo por dos delitos, uno de falsedad en documento mercantil y otro contra la Hacienda Pública. Vázquez teme que Santaló logre probar su culpabilidad en ambos casos ante la Audiencia Provincial de Pontevedra, por lo que su postura a estas alturas no es otra que la de asumir los cargos que se le imputan y devolver lo defraudado a cambio de una rebaja en sus penas de prisión.
Los abogados del alcalde de Portas hicieron una primera visita al despacho del fiscal de Asuntos Económicos meses atrás. De ella no obtuvieron la respuesta que deseaban, pues Santaló les instó al pago íntegro de la deuda para empezar a negociar. Vázquez debió pensárselo mejor, pues su intención actual, según explicó el representante del Ministerio Público, es la de abonar la cifra que se acuerde (Hacienda tiene que enviar a Santaló cierta documentación para cerrar la cantidad) y de este modo eludir una estancia entre rejas que sería más que posible si la vista oral fuese adelante en las actuales circunstancias. El fiscal apuntó inicialmente a unos 200.000 euros, pero se trata de una cifra aproximada.
Augusto Santaló señala en su escrito de calificación, que ya está en manos de la Audiencia Provincial para el próximo señalamiento de la fecha de la vista oral (previo retorno a la Fiscalía), que la empresa Pazos Souto S.L.U. no realizó una serie de pagos a otras firmas que trabajaban en la construcción en Fuerteventura (en el ejercicio fiscal 2005). "Dichos pagos no se realizaron a las empresas indicadas (Mapafuer y Mapacons Insulares), siendo creadas por el acusado facturas y justificantes de pago emitidos aparentemente por las mencionadas sociedades para disminuir la base imponible resultante. No podían haber realizado los trabajos (en la promoción El Castillo, que llevó a cabo la firma del edil de Portas), pues ambas sociedades carecían de trabajadores para poder hacerlo desde el año 2002", añade el fiscal en el escrito.
Señala, además, que "en los ejercicios 2003 y 2004, ambas sociedades dejan de presentar declaraciones tributarias y de operaciones con terceras personas, y en el ejercicio 2005 reanudan la presentación de declaraciones, pero exclusivamente mantienen relaciones comerciales con Pazos Souto S.L.U. Asimismo, en las declaraciones que presentan estas sociedades se declaran unos gastos que cubren los ingresos que se dicen recibidos de Pazos Souto, por lo que no ingresan nada a la Hacienda Pública".
EN EFECTIVO. Santaló sostiene, además, que "los pagos de las facturas emitidas por ambas sociedades se realizan siempre en efectivo, lo que es muy extraño si se tiene en cuenta su obligación tributaria, salvo en el supuesto de pagos pequeños". El fiscal incide, además, en que "el administrador y único socio, quien teóricamente presentó el impuesto de sociedades de 2006, falleció en febrero de 2005, por lo que no pudo presentarlas, firmando alguien por él".
CONTABILIDAD. Asimismo, el fiscal señala que Pazos Souto participó en otras promociones cuya contabilidad no era correcta. Además, le imputa el hecho de que algunas obras fueron realizadas por empresas distintas a las que firmaron las certificaciones.
Por todo ello, el alcalde de Portas se enfrenta a una petición de dos años de prisión y a una multa de doce meses (con cuota de 15 euros al día) por un delito de falsedad en documento mercantil, y a otros dos años de cárcel y una multa de 300.000 euros por el delito contra la Hacienda Pública. A ello se añaden 151.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
El alcalde de Portas, en el banquillo de A Parda. GONZALO GARCÍA.